lunes, 11 de enero de 2016

PERIODISMO ALIENADO

Lamentable, y no se me ocurre otra manera de adjetivar los hechos recientemente ocurridos con respecto a la presunta y dudosa fuga y posterior cacería de los hermanos Lanatta y Víctor Schilacci. Lamentable la presunta complicidad del sistema penitenciario, lamentable las condiciones en las que viven los presos, lamentable la desinversión que sufre desde hace más de treinta años este sistema encargado de rehabilitar y reinsertar en la sociedad a aquellas personas que cometieron delito alguno.

Lamentable el circo mediático con sus noteros payasos, sus camarógrafos malabaristas y los prestidigitadores conduciendo. Lamentable el show montado sobre el caso de tres bandidos, que pasaron de ser los patovicas del boliche del narcotráfico a parecer los dueños. Mientras los verdaderos dueños seguirán paseándose por los pasillos de la casa “robada”.Lamentable lo que ocurría tras bambalinas, en el backstage, periodistas que se quedan sin trabajo, voces que se callan, trabajadores que se quedan sin paritarias, y cuántas otras cosas que no te cuentan, pero te llenan el mate con yerba, de la más cara, y te lo siguen sirviendo lavado y dulce.Lamentable la precaria organización, la improvisación de ministros que poco y nada saben del “asunto” del cual su ministerio se ocupa. Lamentable que la voz oficial sea la de los medios y que transmitan su realidad unidireccional hacia todo el país, confundiendo incluso a los mismos gobernantes. Lamentable que entre ellos mismos se feliciten sin haber movido un dedo, sin siquiera saber hacia donde correr, sin saber qué hacer, dónde buscar o a quién preguntar.Lamentable es que el día de hoy estemos atrapados en la disyuntiva que propone una sola voz, lamentable es que estemos atrapados por lo que esa voz dice que está bien y que está mal.

miércoles, 6 de enero de 2016

LA GRIETA

¿Y vos? ¿De qué lado estás, loco atrevido? Preguntaba Matías Martin en su programa "fugitivos"... Muchos ya saben de que lado están, como si ya hubiesen nacido de un lado o del otro. Yo soy peronista porque mi papá y mi abuelo eran peronistas o soy radical de cuarta generación para continuar con el legado familiar. Pero otro tanto de personas están ahí, como en una nebulosa, parados sobre la grieta... Con un pie o un ojo de cada lado, y tal vez no estén tan errados. Muchas veces la bruma que generamos nosotros mismos con nuestro fanatismo y ni hablar del evidente accionar de los grupos poderosos sobre los medios, sembrando miedos, distorsionando nuestra percepción del otro, del otro lado de la grieta. Que hay ladrones de los dos lados de la grieta: SI. Que hay gente buena de los dos lados de la grieta: SI. Que se construye y se destruye desde los dos lados de la grieta: SI. Que te mienten desde los dos lados de la grieta: SI. Aunque muchas veces pensemos que los ladrones, los embusteros, los manipuladores están siempre del otro lado.

Muchos están orgullosos de estar de un lado o de otro, muchos se dejan arrastrar, hacia un lado o hacia el otro, llevados de las narices por información desinformante. Si tu pretensión es informar o informarte, no hay mejor ni más certero informante que la misma fuente. Si crees que un decreto dice tal o cuál cosa, existe un boletín oficial que puede desasnarte e infartarte al mismo tiempo, las sesiones de la cámara de diputados o senadores tienen versiones taquigráficas publicadas en las páginas oficiales de cada parlamento para dejarte boquiabierto. Las leyes, decretos y “ademases” instrumentos políticos que regulan nuestra vida y nuestra educación, que son parte de nuestro diaria faena, están a nuestra disposición y ellos son los que verdaderamente hablan acerca de cuál es la dirección de un gobierno u otro. No dejes que tu guía sea una noticia tendenciosa, un comentario infundado o una zanahoria atada a un palo.

Todos los que escribimos sobre la realidad no podemos coronarnos de objetividad como si fuéramos legos y desconectáramos nuestras piezas o desligáramos nuestros sentidos de nuestra razón. No existe verdad absoluta, verdad completa si no juntamos todas las piezas del rompecabezas. Todos escribimos con un fin, aquí les prometo solo respetar un único fin, el mío. Sin responder a intereses ajenos, ni corporativos.